Ayer 16 de diciembre de 2018 tuve la oportunidad de vivir una bonita y especial experiencia. Asistí a un evento en la plaza de Bolívar de Bogotá, el evento organizado por la alcaldía fue bautizado como “Mas Cerca de las Estrellas”. En lo personal quedé muy satisfecho, fueron 25 minutos de un espectáculo que a mi entender claramente apuntó a reforzar el nacionalismo colombiano, el sentido de pertenencia. Cosa que considero de vital importancia para la defensa de la cultura nacional, de lo propio, de lo nuestro (seamos de donde seamos).

La primera imagen y mensaje proyectado hacía referencia a Simón Bolívar.  Recuerdo que el locutor del evento dijo: “Fue un 17 de diciembre de 1819 que Simón Bolívar entró a esta plaza ya como libertador de Colombia” – cosa que como venezolano me emocionó profundamente-, seguidamente hubo un rápido paseo por distintas épocas en la evolución del ser humano, desde la creación de la tierra hasta la actualidad nacional, haciendo énfasis en los eventos y personalidades que han dejado una huella muy favorable en la historia de Colombia.

Considero que fue un gran espectáculo con diversas sorpresas visuales, malabaristas increíbles suspendidos en cables a grandes alturas, bicicletas y barcos desplazándose a lo largo de la plaza, por encima de todos los espectadores, fuegos artificiales, música, baile, entre otras atracciones.

Veinte y cuatro horas después del evento, después de mucho pensar, me dispongo a escribir y compartir con ustedes esta reflexión, y lo hago ya que, me llamó poderosamente la atención la notable ausencia de aplausos y comentarios durante y al final del evento.

Regresando al tema del nacionalismo – al sentido de pertenencia, como psicólogo considero sumamente importante el reconocimiento de las cosas que se tienen, de las cosas que se pueden disfrutar, de las acciones de otros que se pueden traducir en un beneficio o disfrute personal. Sencillamente observar, tomar fotos o hacer videos con un celular y luego salir en una enorme procesión sin manifestaciones claras acerca del valor del evento que se acababa de presenciar, realmente me parece triste y negativo. Definitivamente esta fue mi percepción.

Me resulta imposible no recordar que, en diversas oportunidades de este año 2018 he tenido la oportunidad de escuchar a colombianos decir: “Aquí ya no se puede vivir”, “Esto está peor que nunca”… Estoy convencido que estas personas no saben lo que dicen. Hermanos colombianos, ustedes tienen un hermoso país, posiblemente de mayor valor al que muchos están percibiendo, tienen mil cosas espectaculares.

No existe país, ciudad, familia ni gobierno perfecto. Lo material es mucho más fácil alcanzarlo y en esta ciudad bastante se ha crecido en ese sentido (el que lo dude que revise la historia del país de dos o tres décadas atrás).

Estoy totalmente convencido que la clave está en la actitud, está en las personas. En nosotros está la posibilidad de criticar todo lo propio, lo nacional y admirar y engrandecer todo lo importado o por el contrario querer y realzar lo propio – es una decisión personal. Considero que el sentimiento de “valorar lo nacional” y en consecuencia defenderlo, es lo que más se debería aprender y copiar de la cultura norteamericana.

Atentamente, un venezolano que sueña y está convencido que su país volverá a relucir y será una mejor versión de la gran nación que un día fue.

Rafael Arellano