Al estudiar la toma de decisiones, algunos favorecen aspectos meramente racionales, otros lo emocional. Lo cierto es que las decisiones conductuales herramientas del gerente de hoy es un tema que cada día resulta más difícil negar

Las decisiones conductuales se caracterizan en su esencia por su carácter no racional, lo cual es diferente a irracional; estas decisiones no racionales están impregnadas de un “tinte” emocional, intuitivo, muchas veces complicado de explicar, ya que, el decisor realmente no posee respuestas lógicas, bien argumentadas y racionales para expresar su criterio de decisión.

En la actualidad, es bastante probable que el gerente-líder de trabajadores a nivel técnico, medio y alto posea un coeficiente intelectual adecuado para el cargo que desempeña; y adicionalmente posea la experiencia y los conocimientos técnicos y académicos que le garanticen la capacidad “racional” para tomar decisiones y realizar las tareas asignadas.  Lo que diferencia a los mejores gerentes es la motivación, disposición, compromiso, iniciativa, empatía, persuasión y un conjunto de habilidades personales, las cuales no las garantiza el conocimiento técnico y académico.

Las reglas del trabajo están cambiando. Ahora se nos juzga según normas nuevas; ya no importa solo la sagacidad, la preparación y la experiencia; sino como nos manejamos con nosotros mismos y con los demás.

Como bien sabemos, la realidad organizacional desde el punto de vista del capital humano que las conforma, ha venido cambiando paulatinamente; ahora más que nunca se espera de los gerentes algunas habilidades que años atrás no eran consideradas requisitos para el desempeño de un cargo gerencial. Un ejemplo de esto es el rol de motivador e inspirador que debe poseer todo gerente con el objetivo de que su equipo logre alcanzar las metas organizacionales.

Otras de las variables que diferencian a nuestras actuales organizaciones son: trabajadores con mayor nivel de formación académica, mayor presencia de la mujer en todos los niveles jerárquicos de la organización, mayor nivel de presencia de la mujer en los mandos gerenciales y directivos, un marco legal que protege de forma importante los derechos de los trabajadores, entre algunas otras variables que obligan al actual gerente a tomar en cuenta la parte emocional, emotiva, afectiva de las personas que se vean afectadas con sus decisiones.

El gerente que actualmente considere que la autoridad que le concede el cargo que desempeña, es suficiente para lograr compromiso por parte de sus supervisados, está en un grave error. En la actualidad resulta necesario que muchas de las decisiones y acciones del gerente estén impregnadas de sutileza, de tacto, de intuición, de empatía; ya que de lo contrario, corre el riesgo de toparse con un equipo de trabajadores reacios a colaborar, con poca o ninguna disposición a cumplir sus funciones con altos niveles de calidad.

El gerente empático que se permite tomar decisiones conductuales, que se aleja de la estricta racionalidad, tiene mayor receptividad ante lo que los demás piensan y/o sienten, lo que se traduce en ser personas más abiertas. En psicología se le llama “flexibilidad cognitiva” lo cual quiere decir que se tiene mayor capacidad de aceptación de uno mismo y de los demás, evaluando todos los puntos de vista ante una situación concreta. Este modo de razonar y actuar es fundamental para la resolución de conflicto y para la negociación. Las gerentes mas empáticos no suelen tener prejuicios y respetan generalmente las diferentes opciones personales de los demás.

El paso previo a la empatía es el reconocimiento emocional en los demás. Si un gerente no es capaz de ver lo que expresa el rostro de sus supervisados, es difícil que pueda ponerse en su lugar. La amígdala cerebral, tan importante para las emociones básicas, es muy importante en el procesamiento rápido e inconsciente de los mensajes con contenido emocional y permite por tanto reconocer las emociones en las expresiones faciales de otras personas

¿Cómo nuestra cultura moldea nuestro comportamiento de Inversión?

“En el estudio mundial más grande sobre las diferencias culturales con respecto al comportamiento de la inversión hasta el año 2010, los profesores Mei Wang, Marc Oliver Rieger y Thorsten  Hens analizaron las preferencias temporales, el comportamiento de riesgo y los sesgos del comportamiento de casi 7.000 inversores en 50 países. En el informe se  agruparon los resultados por región cultural y se observan algunas diferencias sorprendentes. En primer lugar, los inversores en los países de habla nórdica y alemana son más pacientes, mientras que los inversores africanos son los menos pacientes. En segundo lugar, los inversores de países anglosajones son los más tolerantes a las pérdidas, mientras que los de Europa del Este tienen la mayor aversión a la pérdida. Sin embargo, en todas las regiones culturales hay una alta inclinación a aumentar el riesgo después de perder dinero, por la necesidad de alcanzar el equilibrio”.

Rafael Arellano