Como consultor empresarial en el área de gestión de gente, he vivido muchas experiencias donde algunos líderes pretenden desentenderse de ciertas responsabilidades en situaciones específicas. El presente artículo el líder siempre tendrá la responsabilidad final, pretende aportar ciertas ideas en este sentido.
Al referirnos a situaciones de esta naturaleza inevitablemente se debe hablar del tema de la delegación. Con respecto a este proceso, resulta común que muchas personas tengan ciertas dudas, otros una clara resistencia y algunos otros creen hacerlo muy bien; habría que revisar con mucho detenimiento para garantizar que realmente se esté delegando tan bien como el titular del cargo lo cree.
Delegar no significa desentenderse. Por otra parte, la delegación es un proceso que involucra activamente a dos partes. La delegación varia en niveles, dependiendo de a quien se delegue. El grado de experiencia, conocimiento de la tarea o proceso, disposición y habilidad serán factores clave para definir en nivel de delegación que se puede tener con algún supervisado o colaborador.
Por otra parte, es muy importante tener claridad de que, lo que se delega es la tarea, no la responsabilidad. Cuando un jefe debe dar respuesta a su superior inmediato acerca de algún tema y por la razón que sea decide apoyarse en alguno de sus colaboradores para la ejecución de ciertas tareas; lo que está delegando es eso, la tarea. Ante quien representa la autoridad mayor, la responsabilidad seguirá siendo de la persona que delegó en sus colaboradores.
Pretender justificarse diciendo: “disculpe, pero esa ya no era mi responsabilidad, yo delegué en un colaborador”. Es un total error. Ante la persona que decidió delegar, el ejecutor final será responsable y deberá darle a éste explicaciones para entender el no cumplimiento del objetivo en cuestión. Ante el jefe superior que está esperando respuesta, el responsable seguirá siendo la misma persona.
En este sentido, el líder (o responsable) del área siempre tendrá sobre sus hombros una responsabilidad ineludible ante los ojos de los niveles superiores. En caso que se hayan alcanzado excelentes resultados en la operación, el líder del área indiscutiblemente debería tener un reconocimiento y mérito por lo logrado. Pero en caso contrario, cuando no se alcanzan los resultados, el líder (o responsable) del área no debe pretender desentenderse, igualmente está obligado a asumir responsabilidad por el rendimiento de su equipo, así este rendimiento sea muy deficiente.
Lo anterior no significa que la sensación que debe experimentar el colaborador es que él no es responsable por el trabajo realizado. No, en lo absoluto. El colaborador es y debe sentirse responsable, ante su superior inmediato, por el trabajo que le fue asignado. Y en consecuencia deberá dar respuesta por el resultado final. El tema es que quien delegó no debe pretender sentirse libre de responsabilidad. Ante el líder (o jefe mayor) el responsable sigue siendo la misma persona
Por lo tanto, las empresas deben asegurarse de contar con verdaderos líderes y lideresas (y no jefes) en cada uno de los puestos de responsabilidad supervisoria. En este sentido, el proceso de selección, de promoción, de formación permanente, de acompañamiento; resultan procesos clave para el éxito de la operación.
Rafael Arellano