A partir de este articulo publicaré una serie de escritos asociados con el libro “Un pequeño empujón” del Premio Nobel de Economía Richard Thaler. Sesgos y errores es el correspondiente al capítulo uno.

El termino “sesgo” posiblemente no sea de uso común para muchas personas. Recuerdo que cuando estaba dando mis primeros pasos para la elaboración de mi tesis de maestría en gerencia empresarial, una excelente profesora de metodología, a la cual respeto mucho, me dijo: ¿Qué eso de sesgo?, seguidamente me comento: “Yo lo que conozco por sesgo es algo que hacen las costureras desde hace muchos años”. No era a ese tipo de sesgo al que yo me refería. Para ese momento yo estaba y sigo muy interesado por el estudio de los sesgos cognitivos, asociados a la toma de decisiones.

El término “sesgo cognitivo” es un punto clave en el libro Un pequeño empujón, el cual, se tradujo en un best seller de venta en el año 2009. Se trata de un libro que se centra en el tema de Toma de decisiones, escrito por Richard Thaler, economista estudioso del tema en cuestión. Al hablar de “sesgo cognitivo” en el contexto de toma de decisiones, se hace referencia a un error sistemático no consciente que afecta las decisiones que normalmente toma una persona. Dicho error puede clasificarse en varios tipos. De esta clasificación nos ocuparemos más adelante.

Considero que, para avanzar en la lectura del presente artículo, resulta necesario tener claridad y estar convencidos que ese fenómeno existe y que tiende a afectar a la gran mayoría de personas, por no decir a la totalidad de los seres humanos

El hecho de reconocer que podemos ser victimas de sesgos cognitivos no nos hace menos inteligentes y menos capaces que cualquier otra persona. Por más brillante que sea cualquier ser humano, es perfectamente posible que sea sensible a verse afectado por sesgos cognitivos, por cualquiera de ellos.

Este tema ha sido de interés para muchos estudiosos de diversas áreas del conocimiento. En el año 1.974 los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky realizaron un estudio denominado “El juicio bajo incertidumbre: Heurísticas y sesgos”, con el cual, años más tarde, Daniel Kahneman gana el Premio Nobel de Economía año 2002.

Con el transcurrir del tiempo, algunos economistas se han visto interesados en los planteamientos de este tipo de investigaciones; esto a pesar de la fuerte resistencia que han presentado grandes representantes de la economía tradicional. Según Richard Thaler, economista perteneciente a las nuevas generaciones, ganador del Premio Nobel de Economía 2017 y autor de varios libros de la materia; el modelo de la economía clásica debe ser revisado, ya que, este modelo considera a la persona que toma decisiones como alguien totalmente racional y que por lo tanto siempre toma las mejores decisiones.

CÓMO PENSAMOS: DOS SISTEMAS.

Rihard Thaler en su libro “El pequeño empujón” (2009), hace referencia al caso de Beethoven. Comenta que, siendo sordo logró componer la majestuosa Novena sinfonía, entre muchas otras piezas musicales de gran reconocimiento. Sin embargo, nos sorprendería que con frecuencia olvidaba donde había dejado las llaves de su casa. Podría sorprendernos que para algunas cosas seamos particularmente inteligentes y para otras cosas, no tanto.

Muchos psicólogos y neurocientíficos coinciden en la descripción del funcionamiento del cerebro. El planteamiento en común consiste en que existen dos tipos de pensamientos, uno intuitivo y automático y otro reflexivo y racional. En los estudios de Kahneman y Tversky son llamados Sistema 1 y sistema 2 (respectivamente).

El sistema automático es rápido e instintivo. Es el que está permanentemente activado para dar respuestas; cuando no tiene la respuesta adecuada, entonces hace una consulta al sistema racional, siendo este ultimo el que autoriza el tipo de respuesta que se dará. El sistema automático está asociado con las zonas mas antiguas del cerebro.

El sistema reflexivo es mas premeditado y autoconsciente. Utilizamos este sistema cuando debemos responder a preguntas tales como, ¿Cuánto es 346 menos 122? Igualmente, se supone que deberíamos hacer uso de este sistema de pensamiento al momento de decidir temas de gran importancia. Este tema se abordará de manera específica en otro artículo.

Hacemos uso de nuestro sistema automático en muchos momentos del día, por ejemplo, cuando nos expresamos verbalmente en nuestra lengua materna, lo hacemos de forma automática, sin ningún esfuerzo. Cuando manejamos un segundo, tercer o cuarto idioma, es bastante probable que debamos concentrarnos y hacer un esfuerzo consciente para expresarnos en el otro idioma. Esto será así a menos que seamos realmente bilingües o poliglotas, y, por lo tanto, manejar uno u otro idioma no nos genere mayor dificultad.

REGLAS BASICAS

En la dinámica de la vida actual resulta necesario hacer uso de algunas reglas básicas para responder a ciertas situaciones. De lo contrario seria muy complejo dar ciertas respuestas. Por ejemplo, calcular la edad de un conocido, estimar el tiempo entre una ciudad y otra, recordar ciertos nombres de personas o cosas. Y aunque estas reglas podrían ayudarnos a tomar muchas decisiones, también podrían conllevarnos a cometer diversos errores (sesgos sistemáticos).

HEURISTICAS

Según Kahneman y Tversky existes tres tipos de heurísticas que afectan el proceso de toma de decisiones.

ANCLAJE: Este tipo de heurística consiste en la estimación de una cifra (en cualquier unidad de medida), partiendo de un dato que manejamos como referencia. Este dato se traduce en el Ancla. Y según diversos estudios los cálculos realizados afectados por esta heurística tienden a ser insuficientes. La heurística “Anclaje y Ajuste” comienza con un ancla, la cifra conocida, y se ajusta en la dirección que se considera apropiada.

En el proceso de toma de decisiones se cuelan anclas que a todas luces no tienen nada que ver con la situación a la que se pretende responder.

Las anclas pueden influir en cómo valoras tu vida. En un experimento, se les hizo dos preguntas a los estudiantes: a) ¿Eres feliz? Y b) ¿Con qué frecuencia tienes citas? Cuando se hacían en ese orden la correlación entre las dos preguntas era muy baja (0,11). Pero cuando se invertía el orden, de manera que las citas aparecían primero, la correlación pasaba al 0,62. Al parecer impulsados por la pregunta sobre las citas, los estudiantes utilizan lo que se podría denominar el “heurístico de las citas” para responder a la pregunta sobre su felicidad. “Ni siquiera me acuerdo de cuando quede con alguien por última vez”. Mi vida es un asco”.

En el lenguaje del libro “Un pequeño empujón” las anclas actúan como nudget. Es posible influir en la cifra que usted va a escoger en una situación concreta sugiriendo sutilmente un punto de partida para su proceso mental.

DISPONIBILIDAD: Hasta qué punto hay que preocuparse de fenómenos poco probables (terrorismo, ataque nuclear, huracán). Al responder a esta clase de preguntas la mayoría de las personas utilizan lo que se denomina la heurística de la disponibilidad. Evalúan la probabilidad del riesgo preguntando con qué facilidad vienen a la mente ejemplos similares.

La accesibilidad y la visibilidad están muy relacionadas con la disponibilidad. De forma similar, los acontecimientos recientes tienen mas impacto en nuestra conducta, y en nuestros miedos, que los más antiguos.

Cuando opera el sesgo de la disponibilidad, tanto las decisiones publicas como las privadas pueden mejorar si los juicios reciben nudges en la dirección de las verdaderas probabilidades. El problema inevitable es que los acontecimientos que se recuerdan fácilmente pueden incrementar la estimación de probabilidades, y que, si no vienen a la mente tales acontecimientos, la estimación puede estar distorsionada en sentido opuesto.

REPRESENTATIVIDAD: Acá el fenómeno consiste en llegar a conclusiones por el parecido de algo con respecto a otra cosa. Si vemos a un hombre afroamericano de estatura cercana a los dos metros, podríamos suponer que es jugador de básquet, esto nos sucederá con mayor probabilidad a que si vemos a un judío que mida 1,60mtrs. Los estereotipos a veces funcionan.

Muchas veces al evaluar ciertos eventos vemos “ciertas pistas”, ya que, construimos nuestros razonamientos después de haber visto el resultado.

El psicólogo Gilovich (1985) hizo un interesante experimento en el cual demostró que “la muñeca caliente” para los jugadores de básquet, es solo un mito. El hecho de que un jugador haya encestado su tiro anterior, no incrementa las probabilidades de que el próximo lanzamiento sea efectivo. Según Gilovich, el segundo tiro, inclusive, tiene menor probabilidad de éxito.

OPTIMISMO Y EXCESO DE CONFIANZA

Richard Thaler comenta que existe una tendencia bastante marcada en mucha gente a evaluarse muy por encima de su situación real. Algunos ejemplos son, personas al volante, un numero significativamente alto, se consideran mucho mejor chofer que la gran mayoría; lo mismo sucede con el rol de estudiantes, con los profesores. Este fenómeno también sucede en muchas otras decisiones asociadas a eventos que la realidad se ha encargado de demostrar que lo que realmente sucede es otra cosa. Y a pesar de esta realidad, muchas personas piensan que a ellos no les sucederá, creen que ellos serán la excepción. Acá podemos citar casos como la tasa de éxito  de vida de nuevas empresas, éxito en los matrimonios, éxito en los deportes.

El optimismo no realista puede explicar buena parte de los riesgos individuales que se asumen, en especial cuando están relacionados con la vida y la salud. Se trata de un rasgo universal de la vida humana; caracteriza a la mayoría de las personas de casi todas las clases sociales.

GANANCIAS Y PERDIDAS

Este es uno de los temas que ha trabajado de forma importante Daniel Kahneman. Según este principio, las personas odian las perdidas (y sus sistemas automáticos pueden ser muy emocionales ante esta situación). En esencia, este aspecto hace referencia a que es dos veces mayor la desgracia de perder algo que la alegría de ganar eso mismo.

Para entender este principio, pensemos en lo que sentimos cuando perdemos algo que consideramos es muy nuestro. Pero si no lo tenemos, no sentimos una necesidad urgente de comprarlo. Según los estudios de Kahneman, cuando perdemos algo nos duele más de lo que nos agrada obtener lo mismo.

La aversión a la perdida no es la única causa de la inercia. Por muchas razones la gente tiene una tendencia general a aferrarse a su situación actual. Este fenómeno, que William Samuelson y Richard Zeckhauser (1988) han denominado el “heurístico del statu quo” se ha demostrado en numerosas ocasiones.

ENMARCADO

La idea es que las decisiones dependen, en parte, de la forma en que se enuncian los problemas.

El enmarcado o “framing” funciona porque tendemos a tomar las decisiones de forma negligente y pasiva. Nuestro sistema reflexivo no hace el trabajo que seria necesario para comprobar si enmarcando las preguntas de otra forma, la respuesta sería distinta.

Esto significa que el enmarcado es un nudge poderoso y que debe seleccionarse con precaución.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Este resumen del primer capítulo del libro “Un pequeño empujón” pretende ofrecer una breve panorámica de la falibilidad humana. Según Richard Thaler, esto se traduce en personas atareadas que intentan salir adelante en un mundo complejo en el que no pueden permitirse pensar mucho sobre cada decisión que tienen que tomar, así que adoptan reglas básicas razonables que a veces las desorientan. Como están ocupadas y no prestan mucha atención aceptan las preguntas como se las plantean en vez de intentar determinar si sus respuestas variarían si se las formularan de otra manera. Por lo tanto, podemos concluir y entender que a las personas se les puede orientar mediante nudges.

Rafael Arellano